Tejer me trae al alma el olor a lluvia, al sur, al Calle-Calle.
Reviven en mi recuerdos de una infancia cada vez más lejana.
Y así, regreso al cariño de mi abuela, de la que soy orgullosa heredera.
Tejer... Coser... Cocinar...
Son parte de los dones recibidos de esta estirpe de mujeres luchadoras.